La actividad se realizó los días 9 y 10 de mayo en Santiago y congregó a destacados especialistas.
Abordar con especialistas nacionales e internacionales el estado actual y futuro de la cirugía prenatal, intercambiar experiencias y mejorar el funcionamiento de las redes de derivación, lo que se traducirá en una mejor atención a las pacientes, fueron las líneas orientadoras del “I Simposio Cerpo” realizado los días 9 y 10 de mayo en Santiago, jornada que congregó a 200 invitados, de los cuales el 50% de ellos eran especialistas de regiones, a tres destacados profesores extranjeros de alto nivel y a 47 profesores-líderes perinatólogos de nuestro país.
Cirugía intrauterina
Durante los dos días se trataron diversos tópicos de actualidad de la medicina fetal, como la transfusión feto-fetal y las alternativas de tratamiento del mielomeningocele (defecto de nacimiento en el que la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierran antes del nacimiento), concluyendo que si bien hay importantes avances en la cirugía prenatal, “aún no toda la cirugía prenatal está totalmente validada para ser aplicada en nuestras pacientes”, comentó el Dr. Juan Guillermo Rodríguez, Director del Centro de Referencia Perinatal Oriente (Cerpo) y organizador del Simposio.
Añadió que en el caso de la transfusión feto-fetal donde los gemelos comparten placenta y uno de los fetos es el dador y el otro es el receptor de sangre, “está plenamente demostrada la utilidad de la separación por laser en ciertas etapas de la enfermedad. Sin embargo, en otras áreas de la medicina fetal -como es el caso de la operación intrauterina del mielomeningocele- está todavía en etapa de estudio. Hay algunos resultados promisorios pero con una alta tasa de complicaciones maternas”, precisó el especialista, al advertir que “hay esfuerzos, hay terapias, pero aún no estamos en la etapa de decir que la cirugía intrauterina es siempre la terapia de elección”.
Medicina fetal
En opinión del Dr. Rodríguez, Chile está en un buen pie en avances de la medicina fetal. “Nuestro país tiene buenos médicos y posee una red de salud pública que funciona bastante bien. Sin embargo, en el sentido de la pesquisa aún nos falta pero estamos bien encaminados. De hecho los indicadores de salud perinatal lo demuestran. Lo que viene ahora es más complejo, con tratamientos más específicos y costosos, que requieren mayor tecnología. En ese sentido, esa es la importancia que tiene CERPO, un centro de referencia de Medicina Fetal, de la Universidad de Chile, inserto en el sistema público de salud, donde su foco ha sido la mujer embarazada cuyo feto presenta una malformación congénita. Es un buen modelo de atención, validado por 10 años de experiencia y más de 1500 pacientes resueltas. Es propicio que se fortalezca este modelo de atención, porque necesitamos en el país otros centros similares que se dediquen a esto, por la necesidad de constituir equipos multidisciplinarios de especialistas que permitan dar una atención integral a estas pacientes y a sus hijos. En nuestro país es especialmente importante, donde la visión y función de estos centros no sólo debe ser la terapia fetal sino que diagnosticar claramente, apoyar, acoger y contener a la pacientes o a los padres que va a tener un hijo que va a nacer enfermo y o que va a morir”.
En nuestro país la prevalencia de malformaciones congénitas no difiere mucho de lo que ocurre en el resto del mundo. Aproximadamente un 2% de los embarazos tiene malformaciones congénitas mayores. La cifra se ha mantenido, siendo la más frecuente las cardiopatías congénitas.